A pesar de haber jugado un papel fundamental en la lucha antiesclavista y la construcción de la identidad en la diáspora africana en las Américas, el cimarronaje sigue siendo un término poco comprendido.
El cimarronaje dio origen a comunidades que se liberaron de la esclavitud y proclamaron su soberanía en el Nuevo Mundo. Poblaciones de africanos esclavizados fugitivos que se encontraron en las Américas, desde Louisiana hasta Jamaica, Cuba, Haití, Colombia, Brasil y las Guayanas, entre otros. Algunos descendientes de estas sociedades sobreviven en la actualidad: son los guardianes de una narrativa de autoemancipación poco conocida. Ésta es la historia de los cimarrones de las Guayanas, también llamados businenge o bushinengue.
Realizado en los territorios históricamente de los cimarrones —Saamaka y Maroni(1), ambos en Surinam y la Guayana Francesa—, el proyecto Obia busca cuestionar los vínculos entre el extraordinario legado mágico y religioso de la comunidad cimarrón y los nuevos desafíos derivados de la modernidad: la aculturación en curso entre los nuevas generaciones y el contrapeso generado por la deculturación. Asimismo Obia exige repensar las conexiones entre el cimarronaje histórico y los desafíos correspondientes a la inmigración contemporánea y, no menos importante, entre la memoria de un pasado colonial y las adaptaciones con el presente poscolonial.
Nicola Lo Calzo
Nicola Lo Calzo ha centrado su práctica fotográfica y de investigación en cuestionamientos asociados a la identidad, el colonialismo y la interseccionalidad. Sus imágenes muestran la manera en que los grupos minoritarios interactúan con su medio ambiente y cómo éstos han elaborado estrategias de sobrevivencia y resistencia. A lo largo de siete años el artista se ha dedicado a realizar un ambicioso proyecto de investigación —titulado The Cham— sobre las memorias de la trata de esclavos y la esclavitud, que ha desarrollado en distintas series fotográficas en África, el Caribe y América Latina. Con la editorial Kehrer Verlag ha publicado Regla (2017), Obia (2015) e Inside Niger (2012). Es colaborador de Le Monde, The New Yorker, The Wall Street Jorunal y The New York Times.
1. A esta región se le conoce ahora como la ciudad de Saint-Laurent-du-Maroni y se localiza a la orilla del río Maroni entre la Guayana Francesa y Surinam.
Me ha interesado retratar a jóvenes de Tumaco que conviven entre lo rural del pacífico colombiano y el eclecticismo del mundo globalizado. Jóvenes que, como su propia geografía, crecen como metáforas de la adversidad, donde la precariedad convive con la belleza y la esperanza.
Estas imágenes fueron tomadas en una de las regiones con mayor número de plantaciones de coca en Colombia. Se trata de una importante vía para transportar la cocaína hacia otras partes del mundo. Su ubicación geográfica, la pobreza, los bajos niveles de educación y un precario sistema de salud hicieron de este pueblo un lugar fértil para los grupos armados, la violencia y el narcotráfico, donde la mayoría de sus víctimas son hombres jóvenes. Actualmente aquí se refugian grupos disidentes de la guerrilla de las FARC.
Nos miran es una serie que explora la identidad y el contexto de los adolescentes que en medio de la incertidumbre, se desenvuelven en una de las regiones más afectadas por el conflicto armado. Son jóvenes, bailarines y músicos, que resisten con dignidad a aquello que parece ser su destino: ser cuerpos para la guerra, la delincuencia o para una vida sin oportunidades.
Carolina Navas
El retrato es el tema central en la obra de Carolina Navas, en el que destaca la singularidad de los rostros, los objetos y las prendas que rodean al cuerpo. Ha dirigido series documentales para la televisión pública colombiana y realizado la foto fija de los largometrajes Los Hongos (2014), La Sirga (2012) y Calicalabozo (1997). Por su serie fotográfica Nos miran obtuvo el Estímulo Alcaldía de Cali 2017 para las Artes plásticas y visuales. Es autora de Tumaco (2018), libro publicado en la colección Pewen Cuadernos de Fotografía de editorial MUGA. En 2018 obtuvo la residencia artística Gamleby Photo Grant en Suecia y estrenó Fullhachede, su primer largometraje documental que dirigió y fotografió en colaboración con Catalina Torres.